lunes, 18 de diciembre de 2006

ECCE ZAMPA




Aquí la tenéis, se llama ZAMPA, tiene dos meses y está deseando conoceros a todos.
Tras varias deliberaciones sobre el nombre, hemos decidido dejarle el que le habían puesto los criadores. Vino desde Madrid llorando y vomitando. Ahora está todavía desubicada, se esconde debajo de los muebles al menor ruido, pero en silencio empieza a hacer trastadas, como morder el sofá o tirar los cojines para acostarse encima de ellos. ¡Apunta maneras! ¡La que nos espera!

Ya sabéis, cuando queráis estáis invitados a un cafelito con perro.



(He de reconocer que da cierto aire a Melchor, y que al llamarla todavía se me escapa su nombre, pero bueno, una mancha de mora con otra mora se quita...)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

je je vaya cabrona que esta hecha.....pero bueno aguantaremos por un futuro mejor
j ej eje alli la he dejado llorando como una perra (nunca mejor dicho je ej e)

Anónimo dijo...

Que cosa mas graciosa la bicha. Yo desde luego pienso ir a verla pronto. Jo!! Fernando yo quiero una.......

Anónimo dijo...

Preciosa!!!
Si puedo esta tarde paso a verla.
Un gusto leerte de nuevo.

Eva, nos pillamos uno si tu lo sacas.

Anónimo dijo...

un perro/a siempre es motivo de felicidad, amor, momentos entrañables....pelos, cosas mordidas, meados y caquitas, cabreos, berrinches, en fin como la vida misma, el otro dia Zambo,< se comio un billete de 5 euros solo le dejo la barra brillante y el numero,salvaje pero con reparos...

La Narrattrice dijo...

jajajajaja

Nosotros estrenamos el 2007 con sabor a caquita de perro. Cuatro segundos antes de introducirnos en la boca la primera uva... tachán, tachán, caca, que da suerte para el año nuevo. El mismo día, en un descuido, se había zampado todo el saco de pienso que pudo, parecía un zeppelin que iba a echar a volar. Acertamos... con el nombre.

FELIZ AÑO A TODOS.

Anónimo dijo...

Y en unos días, ya no parece la misma. Qué grande está ya Zampita!. Un trasto, pero te la comes de lo graciosa que es. Y nos ha regalado la última anécdota del 2006, ja, ja.
Bueno, para mí ya es una más de la familia. Y el mejor juguete para mi niño...