Los alumnos me han hecho una actividad literaria consistente en practicar la creación de varios subgéneros líricos: la oda, la sátira, la égloga, la elegía y el himno. Son de estos ejercicios que un profesor de Secundaria manda de vez en cuando, a ver si suena la flauta. 2ºC, mi tutoría, agoniza en el intento. 2ºD, en cambio, reacciona con entusiasmo y, durante una semana, los chavales van recitando, orgullosos de su alma creadora, sus composiciones.
De entre todos los géneros, las sátiras son las que más nos han hecho reír. Una sátira es un poema lírico en el que se censuran los vicios y defectos de una persona o de una sociedad. Todos recordamos el célebre “Érase un hombre a una nariz pegado”, con que Quevedo ridiculizaba a Góngora, su eterno rival. Para que no se despistaran demasiado, les pedí que se ciñeran a un solo tema: la indumentaria juvenil actual, y éstos son, firmados bajo pseudónimo propio, los resultados. Sus autores, poetas de 13 años.
I.
Por no gastar mucha tela
por tener mucho dinero
la gente cada vez
enseña más los pellejos.
Y siempre por el verano
la gente va a la playa
para ver a la tía Mercedes
que solo lleva unas bragas.
“el Regulá”
II.
Van por las calles
como si estuvieran solas
con las bragas al aire
y sin sentir vergüenza de nadie
como si la gente no tuviera ojos
y ellas tampoco.
“El Grande”
III.
Vaya ropa que se lleva hoy día
en mis tiempos eso no se veía.
Calzones y bragas al viento.
¡Ay que tiempos!
Con esas minifaldas
que parecen un cinturón
y esos grandes zapatos de tacón.
Cuando llegues a casa
y tu madre te vea…
¡te va a poner fea!
IV.
Me da dolor de vista
cuando veo a un artista
con traje de chaqueta y
zapatillas amarillas,
y no digamos los vestidos
encima de los pantalones
que se parecen a mi abuela
cuando hacia los jabones.
“Alex”
V.
A unos pantalones casi en el suelo
detrás de ellos un enorme lucero,
casi en el suelo y nada más guiados
por piernas enclenques que no conocen el frío.
Y mientras unas faldas, que casi son trapos,
con el culo medio al aire corriendo,
cual gacela en la sabana.
“Águila”
VI.
Sus ojos dos luceros,
su nariz la artillería,
su boca una cueva oscura,
sus dedos hoja enroscada.
Aunque se pone los pelos más
tiesos que la torre de la Giralda
“Tati”
VII.
La ropa de ahora
está desaprovechada
con los pantalones cagados
hasta el que no quiere los ha mirado.
Los pelos de punta
todos los llevan,
y el que no
es raro un mogollón.
“Gomita”
VIII.
Qué bonita va con su falda corta,
andando derechita
y sin poderse ni agachar.
¡Pero son las modas!
algo que una joven
sabe respetar.
“Oerbona”
IX.
Oh, madre, él es mi amado
pero cuando sale con ese peinado
me quedo parado.
Con esa ropa no sale
porque parece mala
y cuando sale
con los pendientes largos
me deja pasmado.
“Lucecita”
X.
La ropa de ahora
es una fachada
todo el cuerpo va al aire
y encima
no pega con nada.
“Cinea”
XI.
La gente no sabe lo que lleva,
pantalones hasta abajo,
camisetas hasta los tobillos.
¿Crees que así se puede
ir a algún sitio?
La gente odia
que la ropa sea tan fea.
Para ir a algún sitio,
no hace falta ir tan mal vestido.
“El poeta”
XII.
La vestimenta moderna es:
los pantalones caídos
el pelo rebelde
y el tanguilla viéndose.
No se suben los pantalones
porque no se quieren
parecer a Jacobillo
y por eso llevan los pelos
de pinchillos
y son unos chulillos
y unos creidillos.
“La Guiyena”
XIII.
Padre, yo a las vestimentas
de hoy recrimino;
pues los niños de ahora
están un poco salidos,
ya que en su caminar,
las llevan bien ajustaditas,
y apretaditas.
“Pedrito”
3 comentarios:
Qué buenos tus alumnos piporrinos!!! Si se han puesto en la piel de cualquiera de sus abuelas!!! La III y la X, sublimes. Poetas en potencia tienes tú en esas clases. Sigue así.
Pero que conservadores los niños.....y eso que seguro muchos seran de los "pintas"......pero a ingeniosos no le gana nadie
Muy bueno, me encanta la primera, jajajaja.
veo demasiadas crítcas a la ropa femenina y no tanto a la masculina....
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