BABIES LOVE "BABY EINSTEIN"

Y hablando de colecciones. Baby Einstein es una colección de DVDs didácticos para bebés a partir de los 0 meses, que se basa en la combinación de imágenes coloristas en movimiento y marionetas que interaccionan entre sí sobre un fondo de alegre música clásica. Su objetivo: la estimulación multisensorial. Mi sobri, el Pepe, que después de descubrir que tenía manos, se sorprendió a sí mismo haciendo gorgoritos con la garganta, seguidamente conoció la facultad de emitir grititos y ahora chilla como un ordinario, está enganchadito al Baby Einstein. Alguna sustancia adictiva deben de tener el pulpo de trapo y las notas de Mozart, porque si no, no se entiende. El Baby Einstein sí que es un milagro verificable, y no el de cierto doctor que yo me sé. Cuando el Pepe está como una moto y no hay nada que lo calme, oír el comienzo de la sintonía del dvd e inmediatamente girar la cabeza como la niña del exorcista, buscando ya su gallinita favorita, es todo uno. El Pepe es un caso. Ni el Arguiñano le deja ver a su abuela. En cuanto detecta que su patito ha sido sustituido por un tío feo que habla, es que le entra una ira que no se puede reprimir. Gruñe como un osezno cuando lo sientan y él quiere estar de pie, llora lágrimas invisibles de cocodrilo cuando se cansa y se aburre, pero al instante te regala una carcajada si le haces cuatro monerías. ¿Y qué decir de la doble nariz que le sale cuando se cabrea? Ese gesto es capaz de amedrentar a la Supernanny más osada. Ahora está desarrollando su elasticidad y se mete el pie gordo en la boca desdentada, en la que asoman ya dos incipientes puntitas de incisivos. Pues eso, que el rorro nos tiene comidos por los pies, es el rey de la casa y hace lo que quiere. Vivimos sumidas en una babycracia. No dejamos de decirnos, admiradas, lo guapo y lo gordo y lo listo que es, porque te observa que parece que te entiende y te manipula sibilinamente, cuando es precisamente eso lo que tiene que hacer un bebé: llorar y exigir, ahora que puede. Menos mal que, cuando su madre está exhausta de exámenes adolescentes, biberones y regurgitaciones, lo enchufa al Baby Einstein y es como una pequeña dosis de morfina pediátrica. Ni se inmuta. Aunque haya que renunciar al Arguiñano y al Tomate. ¿Habrán inventado también el Zampa-Einstein? Voy a investigar.

(No os perdáis los vídeos)